La Jove Orquestra de la Generalitat clausura el exitoso festival de Montserrat
La Setmana Internacional de Música de Cambra de Montserrat puso anoche el punto final a una edición marcada por la apuesta por la música contemporánea, innovadora y la internacionalidad de sus intérpretes. La Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana fue la encargada de cerrar esta edición con un concierto que dejó boquiabierto al público presente por la novedosa distribución de sus músicos a lo largo de la plaza. El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Albert Girona, no se quiso perder la actuación de la joven orquesta, que depende de CulturArts.
La formación, dirigida por su director asistente José Vicente Leal Mora, comenzó su espectáculos con Guillermo Tell , aunque una de las piezas que más gustó al numeroso público que abarrotó la Plaça de l’Església fue Libestod, una obra totalmente contemporánea encargada por CulturArts al compositor residente de la orquesta Carlos Fontcuberta, quien estuvo presente en el concierto, y que destacó por sus efectos, por el uso de los instrumentos de un modo poco convencional y por la extraña distribución de la orquesta. De hecho, junto con la habitual colocación de los músicos había dos grupos reducidos de cámara en los laterales de la plaza que también participaron en la pieza, aportando una sonoridad diferente que ayudó a crear una sensación de lejanía.
La agrupación aprovechó la clausura de la semana para interpretar una pieza que fue dirigida por Manuel Galduf, director musical de la orquesta con una gran vinculación con Montserrat. De hecho, según explicó el propio Galduf, era un gran amigo de Salvador Seguí, uno de los artífices de la SIMC, y por ello había estado muchas veces en el municipio ribereño contribuyendo a los inicios del festival. El batuta también hizo mención a Alfred Brotons, a quien dedicó esta obra que destacó por la magistral actuación a pie de escenario del clarinete solista. Para terminar con la velada, un pequeño grupo formado por 3 fagots (uno de los cuales es vecino de Montserrat) y dos percusionistas interpretaron un tango frente al escenario.
De esta manera, la SIMC puso punto final a una semana de música de cámara que ha brillado por su calidad y por los numerosos espectadores que cada noche se concentraron a la Plaça de l’Església. De hecho, los asistentes ovacionaron en numerosas ocasiones a los intérpretes y felicitaron a los miembros de la corporación local por la formidable organización del festival y por la mejoría respecto a años anteriores. Los montserratinos ya esperan ansiosos lo que les deparará la edición de 2017.